El anticipador de futuros
Si vienes acompañando los avances de mi nuevo proyecto editorial sobre anticipación de futuro, ya estarás al tanto de varios aspectos fundamentales de esta disciplina, tales como su alcance, la integración de distintas corrientes y la forma en que se aborda. Sin embargo, aún no hemos profundizado en el rol del anticipador de futuros, es decir, sus características y responsabilidades. En este artículo nos ocuparemos de esta tarea tan interesante.
Es importante destacar que un anticipador está comprometido con un ejercicio permanente de escuchar, visualizar futuros y accionarlos en el presente. No solo busca anticipar, sino también inspirar, movilizar e incidir en el apalancamiento de los futuros deseados.
Anticipar el futuro tiene que ver con asumir el rol de protagonista.
Es importante no seguir esperando a que las cosas sucedan y adoptar un papel activo en la articulación de futuros distintos. Esto implica salir de la posición de víctima, tomar el control y darse cuenta de que somos capaces de generar cambios con nuestras acciones.
En este punto entra en escena el factor de la responsabilidad.
El anticipador de futuro debe ser consciente de que abordar el futuro en el presente implica ir más allá del protagonismo individual para conectarse con intereses colectivos.
Integrar la fuerza individual con la colectiva es una mirada que pone el bien común en el centro y deja de lado el exceso de individualismo, tan presente en el mundo actual.
Hemos planteado un recorrido. Pasamos del rol de víctima al de protagonista, pero poniendo el foco en la responsabilidad colectiva, en un propósito que abandona la individualidad y los egos, en favor de una mirada integradora. Para el anticipador de futuro, el bienestar de los demás es también el suyo.
Estamos ante un rol que se entiende como un articulador de un futuro que se visualizará de forma colectiva en integraciones, interacciones y coordinaciones. De esa manera, aseguramos que el resultado no saldrá de un enfoque individualista sino que formará parte de un contexto social, cultural e histórico.
Las características del anticipador de futuro
Para continuar describiendo este rol, debemos considerar que el futurista, como anticipador, es una persona que se pregunta todo el tiempo sobre el futuro, pero con una cualidad. Se trata de un individuo que no ve el futuro como un lugar al que hay que llegar, sino que comprende que el futuro es ahora y que estamos habitando un presente continuo y cambiante.
El anticipador de futuro entiende que todo lo que hacemos, las decisiones, interacciones y coordinaciones, van articulando posibilidades de futuro más plausibles. A partir de construir con otros un propósito que va a ir evolucionando, se para en un lugar ontológico que mira el futuro como una posibilidad desde el presente.
Hay varias características que definen al ser que se pregunta sobre el futuro y que lo construye en el presente. Son cualidades que lo configuran como un anticipador.
Trabaja en su desarrollo de conciencia
Entiende que el futuro se construye
Reconoce la importancia de una mirada integrativa
Se aproxima de forma sistémica
Es curioso y creativo
Veamos ahora cada una de ellas para seguir perfilando este rol.
Trabaja en su desarrollo de conciencia
El anticipador se hace consciente de su conciencia del momento presente. Implica un compromiso con un desarrollo continuo de conciencia y responsabilidad respecto a los impactos, resultados e implicancias que tienen las acciones que tomamos.
Este desarrollo implica el trabajo permanente en distintas dimensiones: en lo corporal, para sostener la complejidad de la incertidumbre y de la paradoja sin marearse, evitando caer en ansiedad o angustia existencial. A nivel espiritual, y con esto no me refiero a la religión, conectándose con la pequeñez de la existencia en un contexto del suceder. En lo cognitivo, ampliando la comprensión de la interdependencia que habitamos, y finalmente en el aspecto emocional, buscando integrar aquellos aspectos que nos gatillan patrones de reacción automáticos y que refieren a nuestra historia emocional.
Entiende que el futuro se construye
Para cumplir este rol es necesario entender que el futuro se construye. No es un objeto o un destino, sino una forma de habitar el presente. Aquí es donde entra en juego la variable temporal, en el sentido de que no tiene que transcurrir el tiempo para que llegue el futuro.
El tiempo no es lineal y, además, hay muchas variables que inciden en la construcción del presente. Es preciso dejar de pensar en una linealidad de acción-reacción y considerar que existen infinidad de ámbitos de interdependencia e interrelación que hacen que el futuro esté sucediendo ahora.
Reconoce la importancia de una mirada integrativa
Quien cumple el rol de anticipador entiende perfectamente que el futuro se construye en articulación con otros. Por esta razón, las posibilidades de resultado obtenidas no surgen de una individualidad, sino de conversaciones y coordinaciones. Se trata tanto de mi poder de movilización como de mi capacidad de ser movilizado por los demás.
Es una mirada integradora que busca el bienestar del sistema a partir de un aprendizaje que se ha construido a través de la diversidad. Es, también, una invitación a imaginar un futuro de forma conjunta, donde todas las visiones para obtener el bien común son bienvenidas. La clave es construir un propósito compartido.
Se aproxima de forma sistémica
Cuando hablamos de interdependencia, no solamente nos referimos al plano personal, a la interacción entre distintas personas. El anticipador de futuro entiende que hay una interdependencia sistémica entre nosotros, los seres humanos, los seres vivos y los ecosistemas que compartimos y habitamos.
La mirada sistémica sucede en un espacio generativo. Si nos preocupa el futuro interdependiente, nos interesa que el árbol siga generando oxígeno, que los aspectos meteorológicos sigan asegurando la preservación de la vida.
Es curioso y creativo
Si queremos pensar en el futuro, hay que salir de los bordes establecidos, de las imágenes existentes, del lenguaje que conocemos. La anticipación invita a apelar a la curiosidad y la creatividad para crear aquello que no existe.
Nuestra declaración de futuro debe escindirse del pasado que ha venido sucediendo hasta ahora. El anticipador necesita tender un puente entre disciplinas diversas para visualizar distintas posibilidades, tener la capacidad de abrirse al mundo de la especulación y atreverse a proponer cosas que pueden sonar absurdas.
Una ética consciente del bienestar común
Hemos mencionado que el anticipador busca salir de la individualidad en favor de lo compartido, de lo que es mejor para todos, incluyendo el contexto. Eso nos lleva a pensar en la ética de este rol, en un nivel de responsabilidad muy importante que no podemos pasar por alto.
Aún no hemos terminado de definir las características que definen al anticipador de futuro. Precisamente, como toda declaración de mundos posibles existentes genera impactos sociales, en otro artículo te invitaremos a pensar en una ética consciente del bienestar sistémico, poniendo a la vida en el centro de nuestras decisiones.
Y por supuesto, recuerda que el rol del anticipador está ampliamente desarrollado con mucha más profundidad en mi libro. Estamos construyendo una comunidad de futuristas, anticipadores de futuro, que tengan las habilidades necesarias para crear el futuro en el presente. Mi proyecto editorial y todo lo que encontrarás en anticipandofuturos.com está orientado a ese gran propósito.
Si tu interés está en desarrollar las habilidades de un futurista o entender cómo un anticipador de futuro puede acompañarte en tu organización o institución, ¡súmate a la comunidad de anticipadores!